Los mapas y los pollos

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Mapa de la provincia de Málaga, con los resultados por municipios. Fuente: La Opinión de Málaga. 

Los mapas son a la estadística política lo que los pollos a la estadística económica. Les explico: si uno se come un pollo y otro no se come ninguno, estadísticamente los dos se han comido medio pollo cada uno, reza el mejor ejemplo que se ha puesto nunca para explicar esta ciencia matemática.  

En lo político no vale el ejemplo de los pollos, pero los partidos utilizan otro, el de los mapas coloreados. El domingo el PSOE perdió las elecciones también en Andalucía, pero los socialistas han sacado un mapa imaginario y lo han pintado de colores: los municipios donde ganó el PSOE en rojo y los municipios donde obtuvo la victoria el PP en azul. Resultado: los socialistas ganaron en el 66 por ciento de los pueblos andaluces. Y se han lanzado a contarlo por todas las provincias. En Málaga, que siempre son muy originales para justificar las derrotas, los dirigentes socialistas salieron la misma noche electoral con la misma estrategia: la victoria socialista el 60 por ciento de los municipios de la provincia.

Un mapa es, estadísticamente hablando, igual que el reparto del pollo: una milonga. Los mapas se colorean partiendo de la premisa que a la hora de sumar victorias o derrotas es lo mismo la capital malagueña, donde votaron cerca de 700.000 personas y el PP arrasó; que Montecorto, donde ganó el PSOE con un censo de poco más de 300 electorales. En punto en el mapa es exactamente igual, un punto azul para el PP y uno rojo para el PSOE.

De todas las excusas del PSOE para justificar la derrota electoral del pasado domingo, el de porcentaje de municipios donde ha ganado en Andalucía es, con mucho, la más mala de todas, pero allá cada uno con las conclusiones que saca de unos comicios.  Tampoco resulta muy convincente esa otra de Susana Díaz, de recordarnos que ella no se presentaba a estas elecciones para quitarse el marrón de la derrota. Tampoco se presentó a las anteriores, ni a las europeas, ni a las municipales, y de todas ellas salió esgrimiendo la fuerza del sur en la victoria.

Pero, insiste, allá cada uno con las interpretaciones de los datos. De momento, en esta ocasión ha sido el PP el que se ha comido el pollo, aunque estadísticamente el PSOE quiere apuntarse el medio pollo.