Naufragar

Del total de las ayudas otorgadas por el IFA para toda la Andalucía, el 61 por ciento de ellas fueron a parar a empresas de la Sierra Norte de Sevilla, una pequeña comarca de 30.000 habitantes de una comunidad autónoma con una población que supera los 8 millones de personas. No hay estadística en el mundo que soporte esta concentración de ayudas públicas. 

De ese 61%, un matadero se llevó 32 millones de euros en ayudas a través de 24 convenios. 20 de esas 24 subvenciones se otorgaron cuando José Antonio Viera era el responsable del IFA y su hija trabajadora del grupo de empresas que tenían la propiedad del matadero. No hay casualidad en el mundo que soporte esta concentración de ayudas públicas.

El escándalo de los ERE es de tal calibre que cuanto más avanza más vergonzoso es todo. La arbitrariedad con la que se concedían las ayudas; la ausencia de las más mínimas medidas de control; la connivencia política de tantas responsables públicos; el mangoneo de abogados, aseguradoras, sindicalistas….,

 Todo, todo, es un robo mayúsculo a las arcas públicas.

 Sería una auténtica irresponsabilidad que una mala instrucción de la causa haga naufragar este escándalo. Y tenemos múltiples ejemplos en España de ello: políticos que se fueron de rositas por el escaso celo de algunos jueces en ser exquisitos con las garantías procesales de un Estado de Derecho.