Cambiar de nombre, para no cambiar nada.
Acabar con la corrupción no es tan complicado. El PP decidió
cambiar los imputados por investigados y bajó a la mitad el número de políticos
inmersos en casos corrupción en España. Ahora en Cataluña, Convergencia
Democrática ha decidido acabar con las sospechas de financiación ilegal durante
años en este partido político con una medida igual de ejemplar: acabar con el
partido y crear otro con un nombre distinto.
El nuevo se llama Partit Demócrata Catalán. Y claro, ni ha
sido fundado por Jordi Pujol ni tiene sus sedes embargadas, por lo tanto acaban
de solucionar el problema de la corrupción en este partido político cambiando
el nombre del partido político.
Se acuerdan cuando un dirigente del PP era detenido y lo
expulsaban, que inmediatamente dejaba de ser del PP y por lo tanto el PP no
tenía que dar explicaciones. Eso ocurre ahora con los dirigentes de Convergencia, que como ya no son de Convergencia, no tienen que dar
explicaciones sobre lo que hicieron cuando estaban en Convergencia.
Por cierto, el día que Convergencia estaba cambiando de
nombre se conoció que un juzgado está investigando la cesión de un hospital
público por parte del Gobierno de Artur Más a una empresa que donó más de
80.000 euros al partido. Ni que decir tiene que nadie ha salido al paso para
dar explicaciones. Estaban demasiados ocupados cambiándole el nombre al partido,
para no tener que explicar nada sobre lo que sucedía en ese partido.
Este país seguirá teniendo serios problemas para formar un
gobierno, sea en España o sea en cualquier comunidad autónoma, si los partidos
políticos no ponen sobre la mesa de cualquier negociación la decencia. Resulta
difícil pensar que por el mecanismo de cambiarle el nombre a las cosas, van a
cambiar las cosas.
El PP lleva quince días pidiendo el apoyo a la investidura de
su candidato sin ofrecer nada a la oposición. Y algo deberían haber colocado
sobre la mesa para quitarse de en medio el lastre de la corrupción o el lastre
de la arrogancia con la que gobernaron desde su aplastante mayoría absoluta.
El PP pretende cambiar su pasado como Convergencia lo está
intentando en Cataluña, pero sin cambiarle ni el nombre al partido ni al
candidato a la investidura, las dos cosas que tuve que hacer el partido de Artus Más para mantenerse en el poder.
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