Cuestión de confianza



La celebración del Día de Andalucía se fue este año a la calle. Por primera vez un 28 de Febrero los sindicatos y los partidos progresistas, PSOE e Izquierda Unida, decidieron compartir pancarta con las centrales sindicales para denunciar conjuntamente las políticas de recortes del Gobierno central, lo que expulsó al Partido Popular de Andalucía de esta pretendida movilización mayoritaria en el día de la comunidad autónoma.

PSOE e Izquierda Unida apelaron a la necesidad de recuperar el espíritu de lucha que culminó en el referéndum del 28 de febrero de 1980, pero la realidad fue bien distinta. El acto reivindicativo contó con mucho menos asistentes de lo esperado. El problema que tenía la movilización del pasado jueves es que hay muchos ciudadanos que también se movilizarían en contra de los que convocaron el acto.  Tanto frente a  los partidos de izquierdas, que son los que gobiernan una comunidad autónoma con más de un millón de parados, como frente a  los sindicatos. Afectados igualmente de cierta desafección por parte de muchos trabajadores. 

Las elecciones en Italia han mandado una clara señal a los políticos. Y no solo en Italia. También a los políticos europeos, donde se incluyen los españoles. La clase política se muestra incapaz de vislumbrar el enorme descontento de la ciudadanía hacia sus gobernantes, y  eso incluye a muchos de los dirigentes que encabezaban ese día las pancartas de protesta. Los tradicionales barómetros que los medios de comunicación  publican el Día de Andalucía apenas hicieron referencia a las estimaciones de votos, para centrarse en la situación socio económica de la comunidad autónoma. La situación que reflejan es desalentadora. El barómetro realizado por la empresa Commentia para el Grupo Joly se resumía en seis palabras: “El desánimo se apodera de Andalucía”. 
 
Los andaluces muestran poca confianza en la mayoría de las instituciones, con una escasísima valoración hacia el sistema económico y el financiero. Casi un 80% de los andaluces no confían en el Gobierno de Rajoy; el 77% tampoco en el de Griñán. Con estos datos, era muy difícil salir a la calle para liderar una manifestación.

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