La cláusula hereditaria



En cada conflicto colectivo con el servicio de limpieza y recogidas de basuras en Málaga, los responsables políticos del ayuntamiento deslizan siempre uno de los privilegios más vergonzantes que tienen los trabajadores de Limasa en esta ciudad: la posibilidad de ofrecer en herencia su empleo. Ni que decir tiene que se trata de una medida impresentable, pero habría que recordarles a los propios políticos que se llevan las manos a la cabeza por ella que son ellos mismos los que cada año la refrendan en el convenio colectivo. Es más, en febrero de 2012 el ayuntamiento de Málaga aprobó con la unanimidad de los tres partidos políticos con representación en el consistorio: PP, PSOE e Izquierda Unida, retirar esta cláusula del convenio, sin que transcurrido un año se haya realizado nada al respecto.

En Málaga sabemos que está a punto de llegar la Semana Santa por dos acontecimientos que se repiten año tras año. El primero, un temporal de levante que se lleva las playas. El segundo, un anuncio de huelga del servicio de limpieza. En ambos casos, la solución es ponerle un parche al problema y esperar la llegada del año próximo. Limasa, que así se llama la empresa de limpieza de Málaga, arrastra conflictos donde el año 2001, cuando el ayuntamiento sacó a concurso el servicio con una concesión de 16 años, ampliable a ocho más. En total, un negocio de 240.000 millones de pesetas de las de entonces. Se presentaron dos ofertas y el concurso se declaró desierto. Las constructoras que acudieron por separados, se juntaron y se hicieron con este negocio millonario. A los pocos años, el ayuntamiento ya quería rescatar el servicio por los conflictos con los socios privados, que tienen mayoría en el consejo de administración. 

Desde entonces, cada vez que se anuncia la renovación del convenio colectivo hay un conflicto y un anuncio de huelga. La hubo en 2001, los días previos a la feria. Duró una semana y sembró el caos en la ciudad. Desde antes y desde entonces, los trabajadores siguen teniendo esos supuestos privilegios que tanto asombran a la clase política. Desde antes y desde entonces, se aprueban los convenios sin quitar ni uno de ellos. Entre ellos, el puesto hereditario. Ese que el ayuntamiento aprobó en pleno quitar una semana después de declararlo “inamovible” en el acuerdo que alcanzó el año pasado con los trabajadores para suspender la convocatorio de huelga. Ese que ahora les llama tanto la atención que exista y que seguro que se mantendrá haya o no haya paros en la Semana Santa. La polémica es tan hereditaria como la impresentable cláusula.

Comentarios

Entradas populares