Los lunes, toca Metro al Civil. Los martes, al PTA





Los lunes, el Metro llega hasta el Hospital Civil en superficie. Los martes, la alternativa es que alcance el Parque Tecnológico de Andalucía. Los miércoles, es soterrado. Y los jueves, en superficie. Los viernes, las obras se hacen con muros pantalla y los sábados se trabaja con tuneladoras. Los domingos, como es día de descanso, se reflexiona. Y al lunes siguiente, lo que iba en superficie se plantea que vaya soterrado, y lo que era un Metro se convierte en un tranvía. Y así llevamos años, con la construcción del Metro en Málaga: la obra más democrática que se haya levantado nunca en la ciudad. Todo el mundo tiene una opinión sobre el suburbano y el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, las tiene todas. Un día tiene una opinión y al día siguiente justo la contraria; un día piensa exactamente igual que los vecinos que se oponen al recorrido en un tramo y a la semana siguiente defiende que hay que convencer a los vecinos de justamente lo opuesto.

El sistema asambleario para discutir las obras del Metro se inició, algunos de ustedes lo recordaran, con un peculiar debate: si el Metro había que hacerlo con tuneladoras o con muros pantallas. Cada malagueño sacó el Ingeniero de Puertos y Caminos que todos llevamos dentro y cualquier asociación de vecinos sabía más que nadie de orografía del terreno y de nivel de soterramiento. Aquello llegó alcanzar el ridículo: hacer el suburbano malagueño con tuneladora era de derechas, por eso lo apoyaban las asociaciones vecinales de la Carretera de Cádiz próximas al PP. Mientras construirlo con muros pantallas era de izquierdas, de ahí el apoyo a la Junta de las organizaciones de esta barriada situadas en la órbita del PSOE.

Luego la discusión alcanzó los informes de tráfico. Había informes de tráfico realizados por el Ayuntamiento de Málaga que decían una cosa, e informes de tráfico de la Junta que decían justo lo contrario. A los informes de tráfico les pasaba como a las encuestas, que el resultado dependía de quién los encargaba. Con cada discusión había un nuevo planteamiento, un cambio de trazado y un mínimo de dos años de retraso. Por cada reflexión, además, cien millones de euros de aumento de presupuesto. Visto con perspectiva, igual no hay nada que censurar. El proyecto se mejoró y se logró poner en funcionamiento la primera línea. No fue algo fácil, se incumplieron todas las fechas señaladas en el calendario desde aquel histórico 11 del 11 del 2011 a las once. En Málaga, hay que tener siempre a mano las sabias palabras de Manuel Alcántara cuando dice que "para ser malagueño hay que tener mucha paciencia".

En el Metro de Málaga se ha soterrado casi todo menos la guerra política. Y en ella seguimos, ahora por el trazado del tranvía hasta el Hospital Civil, que fue la misma polémica que supuestamente se solucionó el pasado mes de agosto, y que creíamos que se había resuelto con un acuerdo firmado con la Junta en 2013. Nos queda todavía pendiente el intercambiador en la Plaza de la Marina, que es otra iniciativa guadiana del alcalde, ya que aparece y desaparece de sus prioridades cada cierto tiempo. Cuando el asunto se pone más tranquilo, De la Torre se acuerda del intercambiador y vuelve a plantear que todo confluya en el centro de la ciudad, donde aún queda por solucionar el trazado del tranvía por la Alameda Principal. Un asunto cuyo acuerdo se dejó en su día por imposible y que amenaza con un nuevo incendio político en cuanto se reabra el debate.

Con el trazado al Civil el alcalde de Málaga está agrandando su leyenda, después de firmar un protocolo con la Junta en el año 2013 en el que supuestamente se cerró el conflicto y se logró la financiación para desbloquear las obras. O sea, un acuerdo en el que estampó su firma. Aquí llevan varios ejemplos de que se trata de un hombre de ideas fijas, pero no definitivas. Entre los tres titulares hay quince días de diferencia.

El día 8 de este mes. Teletipo de Europa Press: "El alcalde de Málaga ha defendido el trazado en superficie del Metro al Hospital Civil, ante el malestar de colectivos del distrito de Bailén-Miraflores. Por ello, ha asegurado que buscará el máximo consenso" entre vecinos y la Junta de Andalucía para que el proyecto se desarrolle con normalidad". Y continúa el teletipo: "Así, el alcalde ha defendido que "no es el momento de cambiar de modelo. "Tenemos que seguir por ahí", ha pedido, al tiempo que se ha mostrado dispuesto a reunirse con los vecinos del distrito", aunque, "es necesario hacerlo de forma paralela a las reuniones con la Junta",

18 de Noviembre. Diez días después de esas declaraciones, tras una reunión con los vecinos. De la Torre vuelve a descartar el metro en superficie hasta el Hospital Civil y plantea dos alternativas para hacer el Metro más efectivo: llevarlo hasta el PTA o acercarlo más al centro y no dejarlo en la Alameda Principal. De la Torre dice a los vecinos que el metro en superficie hacia el entorno del Hospital Civil "no se hará sin acuerdo vecinal".

23 de noviembre. Reunión entre De la Torre y el Consejero de Fomento de la Junta, Felipe López. El alcalde da marcha atrás y pacta con la administración autonómica buscar el apoyo vecinal al metro al Civil. De la Torre descarta ahora su exigencia de dar prioridad al Metro hasta el PTA.

Estoy concluyendo el artículo y me lleva una invitación del Ayuntamiento de Málaga, en concreto del Instituto Municipal del Libro, para asistir a la presentación de un ensayo de Javier Atencia Escalante, un profesor de Matemáticas y Doctor en Filosofía.


No es familia mía, ni lo pongo para hacerle publicidad. El ensayo se llama El juego de la Apariencia, una ontología de la improvisación. Fue el pasado jueves. No pude asistir. Y quizás en ese encuentro, sin saberlo, el autor tenía algunas de las respuestas.

Publicado en Málaga Hoy, 29 de Noviembre de 2015. Ilustración Daniel Rosell.

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