Todos con Pedro, pero sin los de Pedro
Tras muchos
meses dedicada a lo orgánico diciendo que eso no afectaba al Gobierno
andaluz, Susana Díaz ha decidido dedicarse al Gobierno andaluz para que
no le afecte a lo orgánico. La presidenta de la Junta se reunió este
miércoles con su socio de investidura, Juan Marín, para resolver los
problemas que decían que no tenían y así reactivar la acción de Gobierno
que no hacía falta reactivar porque lo orgánico nunca paralizó el
trabajo del ejecutivo que ahora necesitan reactivar. Son las cosas que
ocurren cuando el discurso va por un lado y la realidad por otro.
Como
lo importante ahora es reactivar el Gobierno, la primera medida
política de la presidenta de la Junta ha sido adelantar el congreso
regional del PSOE andaluz para julio, una iniciativa que como todo el
mundo puede entender tiene un enorme calado social. Y lo más importante
es que en ella no hay intencionalidad alguna. Ya saben que, al igual que
retrasar las primarias no eran un intento de diluir el efecto Pedro
Sánchez, adelantar ahora el cónclave tampoco tiene nada que ver con
evitar un rearme de los dirigentes de Sánchez en Andalucía. Toda
interpretación distinta entra en el capítulo de la especulación, o en
ese más amplio que agrupa las tonterías que inventamos los periodistas
cuando no tenemos nada que decir.
Ahora toca Andalucía, dicen que les dijo Susana Díaz a
sus secretarios provinciales a la mañana siguiente del fatídico día
después de la victoria de Pedro Sánchez. Y a ello se han puesto todos,
en el Gobierno regional y en el PSOE, no sin antes reconocer a la nueva
máxima autoridad del partido. "Se acabaron los bandos y ahora todos con
Pedro", sentenció el martes la presidenta de la Junta para evitar
especulaciones. Y sobre todo, para despachar, en un principio, las
peticiones de los sanchistas andaluces -como estaba
ocurriendo en otras comunidades- de consensuar listas de integración en
la elección de compromisarios al Congreso Federal que debe elegir la
nueva ejecutiva. Visto así, igual hasta tenía razón: si partimos de la
premisa que ya todos son sanchistas, qué necesidad hay de dividir el partido entre sanchistas de antes y sanchistas de ahora. Mejor todos con la nueva etiqueta: 100x100 PSOE, pero del PSOE de Pedro.
En
Andalucía, el PSOE está ya con Pedro, pero todo hace indicar que, a
poder ser, sin los dirigentes de Pedro en Andalucía, que es una fórmula
muy original de integración. Cuatro días, con sus noches, ha tardado
Susana Díaz en anunciar, finalmente, que no dará la batalla en el
congreso federal de junio. Al final, los socialistas andaluces han
dejado libertad a las agrupaciones locales para que lleguen a acuerdos
de integración y han anunciado que votaran a favor del nuevo secretario
general y de su ejecutiva. Eso sí, con repliegue en Andalucía donde
todos están con Pedro, pero haciendo todo lo posible para que sea sin
los de Pedro.
Como a muchos ciudadanos, empieza a
resultarme un poco aburrido saber cómo resuelven los socialistas sus
problemas internos; pero habría que empezar a exigirles que los
resuelvan pronto, ya que después de las primarias, viene ahora la
elección de delegados al Congreso Federal; luego el Congreso Federal;
después las primarias en Andalucía; tras ellas, el congreso regional
andaluz; de nuevo primarias en cada provincia, y finalmente los
congresos provinciales… Y digo yo que en algo estará afectando y
afectará tanta actividad orgánica a la acción de un Gobierno que tiene
como titular a una persona que se ha tirado meses con un pie en cada
sitio, por mucho que uno intente convencerse de la enorme capacidad de
trabajo y sacrificio que ponen cada uno de ellos en mejorar nuestras
vidas. Que la oposición esté censurando que Susana Díaz se refugie en la
comunidad tras su intento fallido de auparse al liderazgo del PSOE,
venía en la tapa del libro de advertencias de lo que podía ocurrirle. Y
que la acción de Gobierno en Andalucía estaba al ralentí con tantos líos
orgánicos, un asunto de cajón.
Es obvio que toca ya
Andalucía, pero si después de la reunión que mantuvo el miércoles la
presidenta de la Junta con Juan Marín, la principal conclusión de ambos
es que el acuerdo de investidura está cumplido en un 70% -un 66% dijo
con precisión quirúrgica el líder de Ciudadanos-, habrá que preguntarse
qué acuerdo leímos en su día y qué se ha debido caer del documento. No
voy a discutir porcentajes, pero resulta evidente que falta casi todo lo
importante por hacer, especialmente en el ámbito de la regeneración
política y en las reformas anunciadas, pero bienvenida sea la vuelta de
la presidenta de la Junta al cargo si ello va a significar un impulso a
la acción de Gobierno. Si la propia Susana Díaz reclama a su grupo
parlamentario que ahora toca trabajar por Andalucía, hay un
reconocimiento implícito que se ha tenido descuidado el patio. Y hace
bien en reconocerlo e intentar enmendarlo, ya que la situación de la
comunidad no está para descuidos.
Está muy bien la
petición de ahora todos con Pedro de Susana Díaz a sus militantes, pero
es mucho mejor para los andaluces la arenga a su grupo parlamentario, a
su Gobierno y a su partido: Todos a trabajar. Y que la presidenta de la
Junta se ponga a ello la primera y con contrato de exclusividad, habría
que pedirle de inmediato.
Publicado en Málaga Hoy. Con ilustración de Daniel Rosell.
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