Los corruptos y sus pelotas

Hoy hemos tenidos casos aislados en todos los puntos cardinales del país. Urdangarín y la infanta prestando declaración en Palma de Mallorca; Jordi Pujol y su mujer en la Audiencia Nacional; los concejales del grupo popular de Valencia en el tribunal Superior de Justicia de la Comunidad,  el ex consejero de trabajo de la Junta de Andalucía José Antonio Viera, en la Audiencia Provincial de Sevilla. Y Rita Barberá escondida en su casa, que no quiere ir al trabajo. O sea, al Senado.

Madre mía, como está el patio de los casos aislados.

Nada de lo que está ocurriendo en España en asuntos de corrupción hubiera sido posible sin los pelotas. Si se fijan bien, en Palma de Mallorca se dirime un asunto de pelotas. De hacerla la pelota a la corona con dinero público. Urdangarín llamaba, pedía dinero para un congreso y los pelotas corrían para sacar todo el que podían de las arcas. 

Jordi Pujol no hubiera estado más de dos décadas presidiendo Cataluña sin los pelotas. AL igual que los ERES no podían haber durado más de diez años sin los pelotas. Lo que diga el jefe: y allí iba cada una a sacar el dinero de donde hiciera falta para contentarlo. 

A Ritá Barberá la sostuvieron en el cargo cientos de pelotas que aparecen ahora en video alabando su gestión. Un bochorno de pelotas, una detrás de otro, que ahora no saben cómo quitársela de en medio.

Hoy está siendo un día normal en la democracia española. Urdargarín y la infanta en Palma, Pujoy y señora, en Madrid, los concejales del PP en Valencia, y el ex consejero Viera en Sevilla. Todos en los juzgados, dentro de la normal anormalidad con la que vivimos la corrupción en este país.