123, los números del agujero negro.





Los números son increíbles, pero algunos son más increíbles que otros. Dicen que a veces tienen incluso capacidades adivinatorias. Yo descubrí el otro día que el 123, que es la cifra de diputados que tendrá el PP en la nueva legislatura, es uno de los números que llaman agujero negro, ya que tiene la capacidad de tragarse a otras cantidades de números y no dejarlos escapar. Lo cuentan en un blog que se llama Gaussianos. Y les voy a explicar en qué consiste la magia: cualquier número de más de tres cifras al que sometamos a un sencillo proceso de reducción, acabará reducido a 123.

El procedimiento es simple. Se trata de contar cuántas de las cifras que componen el número escogido son pares y cuántas impares. Y con esos datos, se construye un número formado, en primer lugar por la cantidad de cifras pares que tenía el inicial; después, por la cantidad de cifras impares; y finalmente, por la cantidad total de cifras que tenía. Con el número obtenido se repite la operación hasta llegar al resultado final. Y sale siempre 123.

En el blog ponen un ejemplo. Un número cualquiera, pongamos por caso el 863112. Tiene tres cifras pares (el 8, el 6 y el 2) y tres impares (el 3, el 1 y el 1). Como tiene tres cifras, con él se obtiene el 336. Se vuelve a repetir la operación: 1 dígito par (6) y dos impares (3 y 3). Como tiene 3 cifras, sale de nuevo el 123. Un número que se traga, como si fuese un agujero negro, al 863.112. Esta enigmática propiedad se cumple siempre que se reduce la cifra inicial a un número de tres dígitos.

El número de diputados obtenidos por el PP en las pasadas elecciones generales han situado a Rajoy en un agujero negro. Por más cuentas que hace, siempre llega a la cifra inicial de 123. Le da igual los 90 del PSOE o los 69 de Podemos. No hay manera de sumarlos, para que salgan las cuentas. Se reúne con uno, después con otro. Y todos, cuando salen de La Moncloa, dicen lo mismo, que no van a apoyar al PP en la sesión de investidura. El presidente en funciones se queda dentro en su despacho, vuelve a contar los diputados que tiene y le sale lo mismo: 123 escaños en el Parlamento. Con independencia de los números que tenga el partido con el que se reúne, al final el resultado es el mismo: 123. Y no hay manera de sacarlo del agujero negro en el que está metido, ya sea sumando pares o impares. Sea sumando a Ciudadanos por la derecha, o restando al PSOE por la izquierda.

Le ha pasado a Artur Mas algo idéntico con el diablo de los números. Se reúnen 3.030 militantes de la CUP, hacen una votación para decidir apoyar o no la investidura del candidato de Junts pel Sí y se produce un hecho absolutamente milagroso: 15.015 votan a favor y 15.015 votan en contra. Otro agujero negro. 15.015 tiene un dígito par y 4 impares. Y suman 5 cifras. Sale por tanto, el número 145. Que lo reducimos y nos sale uno par, dos impartes y tres cifras en total. O sea, 123. También en la Constitución del Gobierno de Cataluña se produce un agujero negro: la asamblea de la CUP, ya la mires a favor o ya la mires en contra suma 123.

A ustedes les parecía una tontería, pero el principal problema que tiene Rajoy para alcanzar la investidura es el número 123, esa cifra además de meterlo en un agujero negro resulta diabólica para iniciar cualquier conversación. Les voy a poner un ejemplo. El diputado número 123 de Rajoy, puesto a suponer, podría ser Pedro Gómez de la Serna, el número dos de la lista del PP por la provincia de Segovia. El lunes accedió a su acta a través de un procurador. Gómez representa todo lo que ha pretendido ocultar el PP en esta legislatura: las tramas de corrupción de su partido en varias comunidades autónomas que aún siguen investigándose. Y fue apartado de la campaña a raíz de que su nombre apareciera vinculado al cobro de comisiones por asesorar a empresas españolas en el extranjero mientras ejercicio su cargo público. Simbólicamente no es un diputado más, es el diputado 123: una oveja negra en un agujero negro. A De la Serna lo manda el PP al grupo mixto sin que Rajoy le haya censurado públicamente. Cuando se destapó el escándalo dijo que era "normal" compatibilidad su escaño con los negocios. Luego, en una entrevista con Pepa Bueno, señaló que no conocía detalles de la polémica. A Rajoy le falta actitud contra la corrupción para poder ponerse a hablar con otros dirigentes y no reírse en su cara cuando se refiere a la necesidad de acometer un proceso de regeneración en España.



Albert Einstein, que sabía bastante más de matemáticas que cualquiera de todos nosotros, decía que no todo lo que cuenta puede ser contado. Ni todo lo que puede ser contado cuenta. Y en este punto está la resolución de este misterio matemático en la constitución de los Gobiernos de España y Cataluña, que no todo lo que puede ser contado cuenta, ya que en política hay muchas sumas que restan. Y cuatro años de Gobierno de rodillo que dividen. Y nunca hay que perder la perspectiva: cuando tienes 123 no salen gobiernos fuertes ni estables, sale siempre un Gobierno apoyado por 123 diputados. Y la Cámara la forman 350. Es un problema de números. De números endiablados que nos sitúan en un agujero negro.

Publicado en Málaga Hoy. Con ilustración de Daniel Rosell. 

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