Chaves y Griñán ya no son del PSOE
Manuel Chaves y José Antonio Griñán ya no militan en el
PSOE. La mayoría de ustedes ya lo saben, pero supongo que les resultará extraño
todavía verlo escrito. Ocurrió en su día cuando Chaves dejó de ser presidente
de la Junta. Durante mucho tiempo en Andalucía se llegó a pensar que Manuel
Chaves era el nombre y presidente de la Junta el apellido, ya que eran unas
palabras que durante más de 16 años siempre se escribían juntas.
Chaves y Griñán han dejado de militar en el partido
socialista, donde empezaron sus carreras políticas hace ya un buen número años
y donde han ejercido cargos de responsabilidad tanto en el partido como en
distintas administraciones. Chaves y Griñán lo han sido todo: diputados,
ministros, presidentes autonómicos…. Y además, lo fueron, durante muchos años.
Chaves y Griñan han estado inmersos cinco años en una
investigación sobre uno de los casos de corrupción que más sonroja han
provocado en Andalucía: el fraude los ERE, una trama que se instaló durante
diez años en el epicentro de la Consejería de Empleo y donde se repartieron
millones de euros sin los mínimos controles exigibles en una administración
pública.
Ambos han sido acusados de prevaricación. Y con ellos la
cúpula de la administración socialista en la etapa de cada uno de ellos al
frente de la Junta. La investigación está cerrada y el fraude irá a juicio, por
lo que serán los jueces los que determinen si Chaves y Griñán cometieron algún
tipo de delito, si lo hicieron algunos de los consejeros de su Gobierno o si
todo fue obra de un peculiar director general de Empleo, como sostienen los
investigados, que hizo y deshizo a su antojo durante una década sin que nadie
advirtiera algo.
Por lo pronto, Chaves y Griñán han hecho lo que tenían que
hacer. En su día abandonaron sus cargos públicos y abandonan ahora su
militancia en el PSOE. No les quedaba otra salida. Así lo establece el propio
código ético del PSOE, que contempla la expulsión de la militancia en cuanto se
abre un juicio oral contra el afectado.
Ambos terminan mal sus carreras políticas, con independencia
de lo que ocurra en los Tribunales. Quizás a la política le pase como al
periodismo, que lo importante es saber retirarse a tiempo. Y qué difícil
resulta saberlo y, sobre todo, hacerlo.
Columna para La Ventana de Andalucía. Cadena SER.
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