Una torpeza de caballo
La política, Marbella y los caballos, nunca se han llevado
muy bien. Jesús Gil llegó a la localidad subida a lomos de Imperioso, que era
el encargado de soltar las boñigas sobre la legislación vigente, el plan general
y el POTA de la Junta.
Juan Antonio Roca tenía una finca donde además de caballos,
disfrutó de hasta de tigres de bengala. A todos estos animales, el principal
protagonista del Caso Malaya, les limpiaba el trasero con los informes que
hacían los interventores en contra de sus convenios.
Con estos antecedentes, hay que ser muy torpe para
protagonizar en Marbella una polémica con un asunto de caballos. Les cuento, el
PSOE tuvo que salir ayer deprisa y corriendo a intentar explicar un hecho que
no hay por dónde cogerlo: la presencia en las calles del municipio de hasta
cinco policías locales, dos de ellos a caballo, escoltando a una pareja que se
acababa de casar. No era una pareja
cualquiera. Uno de los contrayentes en la boda y del paseo equino es un
dirigente del PSOE de la localidad.
Me dirán ustedes que, con la que nos está cayendo a diario,
el asunto tiene escasa importancia, pero permítanme discrepar. Hay que tener
muy poco sentido de la realidad que estamos viviendo para que un político no se
dé cuenta, desde el minuto cero, que hay cosas que no se pueden hacer. Y que
hay asuntos que, además de impresentables, son una auténtica catetada, dicho con todos los respetos
hacia la pareja protagonista y a sus escoltas.
Salir por la calle escoltado por la policía montada no se le
ocurre a nadie. Y tampoco debería habérseles ocurrido a los cinco policías que
se ofrecieron voluntarios, cogieron sus trajes de galas y fueron a por dos caballos propiedad del
ayuntamiento, para que todos los ciudadanos pudieran contemplar tan importante
acontecimiento. La verdad es que el acontecimiento se lo merecía: la boda de un
señor que hace un año iba en la candidatura de un partido político para ser
concejal de su pueblo.
Por cierto, el alcalde fue el que oficio la boda. Y el jefe
de la policía local el que autorizó el paseo a caballo.
Columna para La Ventana de Andalucía de la cadena SER.
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