El menú de la crisis

Uno de los termómetros para medir la incidencia de la crisis en Málaga es la cola que hacen cada día cientos de personas en la explanada de Santo Domingo esta ciudad para conseguir un plato de comida caliente. Los Ángeles malagueños de la Noche, que así se llama esta ONG, batió el pasado domingo su récord de reparto de comida. 2.200 raciones dieron en unas horas, además de 3.500 kilos de productos de primera necesidad para que algunas de estas familias pudieran llevarse algo a sus casas.

Las colas para comer se han convertido en una imagen habitual de esta céntrica plaza de Málaga, convertida cada noche en un improvisado comedor atendido por un centenar de voluntarios. La crisis ha globalizado el paro y la exclusión social, por eso los voluntarios cuentan que muchas de las personas que acuden cada noche a por el menú del día son familias que viven con la ayuda de los 400 euros, una vez han agotado la prestación social y siguen sin encontrar trabajo.

Los últimos datos del paro en Andalucía asustan. Y la pobreza ha dejado de ser un monopolio de los marginados para instalarse en cualquier clase social.  La gente pasa a ser pobre de la noche a la mañana. No hay más que acercarse a cualquier Plaza de Santo Domingo de cualquier ciudad andaluza para comprobar que las colas para comer un plato caliente avanzan a la misma velocidad que las que se produce cada día en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo.

La sangría laboral no cesa, en una comunidad con una tasa de desempleo que alcanza el 36% y que se eleva hasta un insoportable 65% de paro juvenil. Y lo que se anuncia: EREs en Santa Bárbara (136 afectados en Granada y Sevilla); Alestis (234 en Sevilla y Cádiz); Eldon (80 en Martos, Jaén); Danone (80 Sevilla); Isofotón (380 en Málaga) y lo que toque a los aeropuertos andaluces de los 3.800 despidos anunciados por Iberia en la compañía. Esto último es el otro menú de la crisis, el de un sistema económico que se traga todos los días para cenar miles de puestos de trabajo.