El Museo Smithsoniano que soñó el alcalde de Málaga

eL Museo de Historia Natural del Instituto Smithsoniano de Washington, en la capital de Estados Unidos, totaliza más de 125 millones de especímenes de plantas, animales, fósiles, minerales, rocas, meteoritos y objetos culturales humanos. En su primera planta se ubica la Colección Nacional de Gemas, una gran sala de geología, gemas y minerales, que tiene como objeto más destacado el llamado Diamante Hope. Antes de que Francisco de la Torre descubriera que los impulsores de Art Natura le habían metido un gol por toda la escuadra, el alcalde de Málaga soñó que la ciudad iba a contar con una réplica de este museo. La historia se la vendió un antiguo secretario de Estado de uno de los gobiernos de José María Aznar, Miguel Ángel Cortés, y venía avalada por un grupo de nobles con apellidos de postín, entre los que se incluía varios Borbones. Nunca tanta gente había participado de una milonga más gorda. Y nunca una milonga tan grande había logrado llegar tan lejos.

De la Torre se ilusionó con el proyecto y empezó a poner dinero y a realizar obras como si no existiera en Málaga más cosas que tener un museo para llenarlo de gemas. Con un catálogo de piedras, que nadie había visto en su totalidad, el ayuntamiento se gastó casi 25 millones de euros en acondicionar parte de unas antiguas instalaciones de Tabacalera para convertirla en un museo y pagó durante cuatro años más de 5 millones de euros por disponer de unas gemas que nunca llegaron a cruzar Despeñaperros. Un día este museo llegó a abrir sus puertas sin nada en su interior. En la misma mañana se produjo un hecho insólito: la apertura del museo de la nada coincidió con la clausura del museo de la nada. La policía local lo cerró por no disponer de los permisos necesarios y De la Torre y Art Natura abrieron otra puerta: la de un litigio judicial por el que se reclaman entre ellos indemnizaciones millonarias.

La historia de cómo se llegó a este dislate se está analizando ahora en una comisión de investigación en el Ayuntamiento de Málaga. De la Torre dice que, en ella, no se está conociendo nada nuevo que no se supiese y que la oposición la está utilizando para desgastar su gestión, pero no es verdad: se están descubriendo los detalles de lo que fue un auténtico fiasco. Una nefasta operación que terminó en fracaso y cuyo desastre se intentó esconder durante varios meses para que no transcendiera en plena campaña electoral de las municipales de 2011.

Todos los dirigentes políticos tienen en algún momento en su mandato un proyecto con el que están convencidos de que pueden ganar otra vez las elecciones. Se llama proyecto estrella y bajo esa denominación cabe todo. Da igual que ese proyecto sirva o no sirva para algo, en la época del delirio en las arcas públicas lo realmente importante era que costara mucho dinero. Es muy difícil conocer el instante preciso en el que un alcalde pierde la perspectiva ante una idea y se traga una milonga con la felicidad de un niño al que le regalan unas zapatillas nuevas.

No hay seguridad, pero quizás se ha podido localizar el momento en el que De la Torre recibió las zapatillas nuevas. Pudo ocurrir en una comisión de seguimiento del Museo de las Gemas. Era julio de 2009 y el encargado de envolvérselas de regalo fue el gerente de Art Natura, Fulgencio Alcaraz. Aquí llevan el momento preciso que recoge el acta municipal con la conversación entre ambos:

-El señor presidente (Francisco de la Torre) preguntó si en el Smithsoniano de Washington conocía la existencia del complejo Art Natura.

-Don Fulgencio Alcaraz le contestó que sí, fueron Neira (omito el apellido) y él y tuvieron diversas reuniones de trabajo. Antes de esa visita les conocían a ellos, pero no con profundidad el tema de Art Natura (…) Tanto en el Museo de Ciencias Naturales de Nueva York como en el Smithosioniano están muy volcados y entusiasmados, están preparando intercambios documentales y audiovisuales, no solo de ellos a Art Natura sino también de Art Natura a ellos.

-El señor presidente preguntó por el número de visitas que recibían y D. Fulgencio Alcaraz le contestó que 22 millones de personas. (…)

-El señor presidente preguntó si la relación es como para que un visitante de esos museos reciba información sobre el nuestro. Don Fulgencio le contestó que hay que ir más despacio y que vendrán a la inauguración.



Cuando los impulsores del museo Art Natura de Málaga, entregaron al Ayuntamiento las previsiones de visitantes a este museo y su evolución en los años llegaron a una cifra mágica: desde 2007 hasta 2016, más de seis millones de visitas. Ni en Nueva York ni en Washington, en la barriada malagueña de la Carretera de Cádiz.

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