De la Torre se enfrentó a De la Torre y volvió a ganar










A finales de 2010, Francisco de la Torre tomó la palabra en un acto para celebrar los 15 años de gobiernos del PP en la ciudad y empezó a enumerar todos los rincones de la geografía de la capital, sin olvidar una sola calle, barrio, pedanía o diseminada. Tras cada lugar que nombraba, la concurrencia le contestaba con un sonoro aplauso. Cuando acabó, tomó la palabra el por entonces presidente del PP en Andalucía, Javier Arenas, y señaló: "No es que el alcalde se haya referido a todas las calles, es que ha estado a punto de referirse a todas las casas que hay en Málaga". El año que viene, en 2020, el PP llevará 25 años de gobierno ininterrumpido en esta ciudad, después de que ayer De la Torre revalidara la alcaldía por quinta vez. La sexta para su partido. Si al PP, se le ocurre montar un nuevo acto para celebrar la efeméride, en esta ocasión el primer edil de Málaga estará en condiciones de nombrar por su nombre y uno por uno a todos los malagueños que viven en cada una de las casas.
Ni su partido en caída libre; ni su dudoso último mandato; ni la fragmentación del voto de la derecha; ni los años ininterrumpidos al frente del consistorio. Nada ni nadie puede con De la Torre, tan siquiera el propio Francisco de la Torre tras 18 años en la alcaldía; quien a falta de mayorías absolutas en las últimas elecciones se ha especializado en victorias épicas. Esas que se alcanzan cuando van muy avanzados los escrutinios. Esas que dejan al contrario noqueado. Esas que convierten la posible victoria de su principal contrincante en un espejismo. Ayer De la Torre recuperó los votos que el PP ya no tiene en Málaga, así como los que obtuvo Ciudadanos y VOX en los barrios y distritos de la capital en las pasadas Elecciones Generales. Su victoria no fue aplastante, pero fue apabullante. Dejó a Ciudadanos en la indigencia política y a Vox sin voz ni voto.
Es tan difícil ganar las elecciones municipales seis veces consecutivas, como perderlas en las mismas ocasiones. El PSOE empezó la travesía del desierto en la capital malagueña en el año 1995, donde pasó de la mayoría absoluta al tercer puesto. Y desde entonces no ha levantado cabeza. Cayó de nuevo de forma estrepitosa en 1999; volvió a perder en 2003; repitió el mismo mal resultado en 2007; aún le fue peor en 2011 y concluyó también en desastre hace cuatro años, en 2015. La lista de candidatos socialistas a la alcaldía de Málaga que han naufragado frente al PP es extensa: Eduardo Martín Toval, Francisco Oliva, Marisa Bustinduy, María Gámez y ayer Daniel Pérez, que llegó a rozar el milagro.
Pese a ello, en ni una sola noche electoral durante los últimos 24 años se produjo dimisión alguna ni en las candidaturas ni en la ejecutiva de este partido, que se han acostumbrado a perder elecciones y ya las pierden mejor que nadie. Los socialistas obtuvieron ayer un resultado magnífico en las elecciones europeas en la provincia de Málaga, pero volvieron a caer estrepitosamente en las municipales. Llevan desde el año 1995 pinchando en hueso no sólo en Málaga capital, sino en mucha de las alcaldías importantes. Y así suman 24 años de derrotas huérfanas de culpables.

Comentarios

Entradas populares