El PSOE hacia la irrelevancia
José Manuel
Atencia
Hace unos
meses leí un reportaje sobre un grupo de investigadores del Instituto
Tecnológico de Massachusetts que habían creado un software que generaba de
forma automática escritos técnico-científicos. A primera vista, los textos parecían muy bien escritos, pero
en realidad no tienen sentido ni decían nada. Lo más interesante del engaño
fue que los jóvenes investigadores consiguieron que algunos de estos trabajos
falsos fueran aceptados en congresos científicos o publicados en revistas
especializadas. El software se articulaba en torno a unas oraciones bien
estructuradas y con gran número de datos, que
dejaba espacios intercalados que se rellenaba con las especificidades del
trabajo que se quería presentar.
Para
explicarlo en términos más fáciles, es
como si imagináramos un programa informático con el que crear libros de novela
negra. El software te ofrecería la estructura del relato, la trama de la novela
y unos magníficos textos para rellenar cada capítulo. El sistema dejaría a tu
elección, por ejemplo, los nombres de los protagonistas, quién iba
a ser el muerto o a quién se le cargaba con el asesinato. Los resultados
obtenidos por el PSOE en Euskadi y Galicia este fin de semana parecen
consecuencia de haber acudido a las urnas con un programa electoral realizado con un sistema informático como el
de los investigadores del Instituto de Massachusetts. A primera vista parecían
reales, pero la mayoría no tenía ni sentido ni decían nada. El proceso tiene toda
la pinta de volver a repetirse en Cataluña, donde acudirá el PSOE con una
propuesta estructurada y con un gran número de datos, pero sin efecto práctico
alguno. Ni hay discurso ni hay
alternativa: es una calle de en medio en medio de ninguna calle.
En el camino
del PSOE hacia la irrelevancia política este fin de semana hubo tocata y fuga
de votos en Euskadi y Galicia. La
próxima parada será en Cataluña, donde se dará otro gran paso adelante hacia la
nada. Frente a la mayor crisis económica de la historia y frente al
Gobierno más censurado en la calle, los socialistas no solo no levantan cabeza
sino que están a punto de perderla. Por
cada porcentaje de estimación del voto hacia el PP que se va dejando este
partido en las encuestas como consecuencia de los recortes y el malestar
ciudadano, el PSOE pareciera que se deja dos. O lo que es lo mismo,
mientras más se aleja el PP de sus posibles votantes, más lejos están los
ciudadanos de considerar a los socialistas una alternativa viable. De hecho,
ahora mismo el mayor referente del
socialismo español empieza a ser un socialista que está sentido en el sillón de
la presidencia del Gobierno de Francia.
En cada
nueva cita electoral del PSOE queda más reducido el liderazgo de Alfredo Pérez
Rubalcaba, a quién seguramente no cambian todavía conscientes de que su
sustituto estaría quemado en menos de un año. En este contexto, la reserva espiritual del socialismo español se
concentra ahora en Andalucía, donde José Antonio Griñán está al frente de una
de las dos únicas comunidades autónomas en España con un gobierno de
izquierdas. Hasta ahora,
posiblemente por las penurias económicas, tanto PSOE como Izquierda Unida han
gobernado con el programa informático de los investigadores de Massachusetts,
introduciendo algunos matices pero sin cambiar ni el marco ni el modelo. De
cara a 2013 harán su primer presupuesto conjunto. Será con bastante menos
dinero y tendrán que decidir las
prioridades. El otro día las marcaron dos estudios económicos coincidentes. Uno
de Unicaja y otro del BBVA. Andalucía el año que viene puede alcanzar
un 35,5 de porcentaje de población en paro. Y eso no hay sociedad que los
resista ni programa informático que lo esconda.
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