Todos a la cárcel
Todos a la cárcel
En el kilómetro seis de la carretera que une Archidona con Villanueva
del Trabuco hay una cárcel. Sus instalaciones cuentan con un millar de
celdas y levantarla ha costado unos 117 millones de euros. Se trata de un centro modélico, con las últimas innovaciones técnicas y de vigilancia implantadas en las prisiones españolas.
La cárcel es tan innovadora que ha llegado donde nunca había llegado antes ninguna prisión en España: se trata de la primera cárcel sin presos del mundo. Allí está resuelto el problema de la masificación desde el primer día. No es que haya un preso por celda es que no hay ninguno. Un número idéntico al de la plantilla de funcionarios: cero. Como cero es el presupuesto que hay para su entrada en funcionamiento.
El ayuntamiento de Málaga ratificó hace unos días un convenio con el Gobierno Central por el que la antigua prisión provincial pase a ser patrimonio de la ciudad, una ansiada aspiración municipal para recuperar para uso público un espacio de 14.000 metros cuadrados ubicado en una poblada barriada malagueña con escasos equipamientos públicos. Para su rehabilitación y nuevo uso hay el mismo presupuesto que tiene la nueva prisión de Archidona para su puesto en marcha: nada. La oferta penitenciaria de la provincia de Málaga está más o menos así: una cárcel masificada en Alhaurín de la Torre; un Centro de Inserción Social para reclusos en tercer grado en la capital; una nueva prisión sin presos en Archidona y una antigua cárcel que ya no es cárcel y que tampoco es otra cosa en la barriada de Cruz de Humilladero.
La ciudad de Málaga acumula un rico patrimonio de edificios que no son nada y que suman un coste de 50 millones de euros. Uno de los más emblemáticos es el antiguo inmueble de Tabacalera, donde después de acometer una rehabilitación que costó más de 20 millones de euros se ubicó el museo más efímero de la historia de la humanidad, el denominado Museo de las Gemas. Se abrió una mañana sin nada en su interior y se cerró al día siguiente sin nada en su interior, después de pagar cinco millones de euros en tres años por garantizar un contenido que nunca llegó.
En un punto más céntrico de la ciudad, la Plaza de la Merced, al lado de la Casa Natal de Picasso, se ubica otro inmueble municipal con una historia tan surrealista como los cuadros del pintor malagueño. El ayuntamiento de Málaga adquirió por 20 millones de euros el edificio que albergaba los antiguos cines Astoria y Victoria, un emplazamiento estratégico que había adquirido una promotora para levantar viviendas de lujo. En plena campaña electoral, el PP anunció allí un "museo de museos", aunque, por ahora, lo único que han trasladado a su interior proviene íntegramente del Museo de la Gemas. Se han traído de allí parte de la nada que sobraba.
La nada es exactamente también el dinero previsto en los presupuestos municipales para rehabilitar o poner en marcha otros edificios adquiridos por el consistorio: un antiguo Convento; la casa donde residió Gerald Brenan; otra en la que lo hizo Cánovas del Castillo, o ese singular cubo de cristal ubicado en el Puerto de Málaga donde su fachada deja ver su contenido en todo su esplendor: nada.
Con todo, el inmueble más singular es uno que todavía no existe. Se trata del Auditorio de Málaga, un excelente espacio escénico inexistente, con capacidad para albergar a 1.800 espectadores en una sala principal que tampoco existe y que se levantará al lado de un Museo del Teatro del que nadie sabe si algún día existirá. El coste del Auditorio supera los 120 millones de euros y será sufragada por tres administraciones que han dicho que no tienen dinero para hacerlo: el ayuntamiento de Málaga, la Junta y el Gobierno Central.
Igual ustedes piensan que en los Presupuestos Generales del Estado para 2013 hay una partida para abrir la nueva prisión u otra para recuperar algunos de los edificios sin uso en Málaga. Se equivocan, la única partida que existe son 118.000 euros para gastos de personal en el Auditorio de Málaga. ¿Y qué personal tiene un Auditorio inexistente y con escasas posibilidad de existir a corto y medio plazo? El Auditorio inexistente de Málaga tiene, desde hace varios años, un gerente que existe y un empleado que también existe.
Para que luego digan que en Archidona se ha levantado una cárcel por encima de las posibilidades de llenarla.
La cárcel es tan innovadora que ha llegado donde nunca había llegado antes ninguna prisión en España: se trata de la primera cárcel sin presos del mundo. Allí está resuelto el problema de la masificación desde el primer día. No es que haya un preso por celda es que no hay ninguno. Un número idéntico al de la plantilla de funcionarios: cero. Como cero es el presupuesto que hay para su entrada en funcionamiento.
El ayuntamiento de Málaga ratificó hace unos días un convenio con el Gobierno Central por el que la antigua prisión provincial pase a ser patrimonio de la ciudad, una ansiada aspiración municipal para recuperar para uso público un espacio de 14.000 metros cuadrados ubicado en una poblada barriada malagueña con escasos equipamientos públicos. Para su rehabilitación y nuevo uso hay el mismo presupuesto que tiene la nueva prisión de Archidona para su puesto en marcha: nada. La oferta penitenciaria de la provincia de Málaga está más o menos así: una cárcel masificada en Alhaurín de la Torre; un Centro de Inserción Social para reclusos en tercer grado en la capital; una nueva prisión sin presos en Archidona y una antigua cárcel que ya no es cárcel y que tampoco es otra cosa en la barriada de Cruz de Humilladero.
La ciudad de Málaga acumula un rico patrimonio de edificios que no son nada y que suman un coste de 50 millones de euros. Uno de los más emblemáticos es el antiguo inmueble de Tabacalera, donde después de acometer una rehabilitación que costó más de 20 millones de euros se ubicó el museo más efímero de la historia de la humanidad, el denominado Museo de las Gemas. Se abrió una mañana sin nada en su interior y se cerró al día siguiente sin nada en su interior, después de pagar cinco millones de euros en tres años por garantizar un contenido que nunca llegó.
En un punto más céntrico de la ciudad, la Plaza de la Merced, al lado de la Casa Natal de Picasso, se ubica otro inmueble municipal con una historia tan surrealista como los cuadros del pintor malagueño. El ayuntamiento de Málaga adquirió por 20 millones de euros el edificio que albergaba los antiguos cines Astoria y Victoria, un emplazamiento estratégico que había adquirido una promotora para levantar viviendas de lujo. En plena campaña electoral, el PP anunció allí un "museo de museos", aunque, por ahora, lo único que han trasladado a su interior proviene íntegramente del Museo de la Gemas. Se han traído de allí parte de la nada que sobraba.
La nada es exactamente también el dinero previsto en los presupuestos municipales para rehabilitar o poner en marcha otros edificios adquiridos por el consistorio: un antiguo Convento; la casa donde residió Gerald Brenan; otra en la que lo hizo Cánovas del Castillo, o ese singular cubo de cristal ubicado en el Puerto de Málaga donde su fachada deja ver su contenido en todo su esplendor: nada.
Con todo, el inmueble más singular es uno que todavía no existe. Se trata del Auditorio de Málaga, un excelente espacio escénico inexistente, con capacidad para albergar a 1.800 espectadores en una sala principal que tampoco existe y que se levantará al lado de un Museo del Teatro del que nadie sabe si algún día existirá. El coste del Auditorio supera los 120 millones de euros y será sufragada por tres administraciones que han dicho que no tienen dinero para hacerlo: el ayuntamiento de Málaga, la Junta y el Gobierno Central.
Igual ustedes piensan que en los Presupuestos Generales del Estado para 2013 hay una partida para abrir la nueva prisión u otra para recuperar algunos de los edificios sin uso en Málaga. Se equivocan, la única partida que existe son 118.000 euros para gastos de personal en el Auditorio de Málaga. ¿Y qué personal tiene un Auditorio inexistente y con escasas posibilidad de existir a corto y medio plazo? El Auditorio inexistente de Málaga tiene, desde hace varios años, un gerente que existe y un empleado que también existe.
Para que luego digan que en Archidona se ha levantado una cárcel por encima de las posibilidades de llenarla.
Una muestra más del dinero que nuestros querido políticos despilfarran. Y dirán que por lo menos la obra de la prisión creó puestos de trabajo.
ResponderEliminarPues sí, todos a la cárcel y nos quedamos más tranquilos.