El Museo del Mueble sin muebles

Tengo cierta predilección por las noticias que se escurren entre las páginas de los periódicos sin apenas llamar la atención de los lectores. Esas que aparecen casi escondidas entre la crónica política, los nuevos casos de corrupción y los rifirrafes del fútbol. El otro día leí una historia que se hubiera merecido un recorrido mayor en el mundo del periodismo, si no fuese por el hecho de que nos vamos acostumbrado a estas cosas con una normalidad que sonroja.

Desde hace diez años hay en Ronda un edificio que nació con el rimbombante nombre de Centro de Interpretación del Mueble Rondeño. Aquello costó en su día la friolera de 1,2 millones de euros y lo pagó la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía. Diez años después de su terminación, el conocido como el Museo del Mueble no ha tenido nunca un mueble en su vida. Y hoy no deja de ser más que un edificio abandonado, con las maderas en mal estado,  los cristales rotos y las paredes llenas de humedades.   

Aunque cueste trabajo creerlo, el propósito de aquella idea era promocionar el estilo de talla de madera rondeña, que por lo visto necesitaba de un centro de interpretación pagado por la Consejería de Turismo. Se vio que aquella idea no dio mucho de sí, y los distintos gobiernos municipales llevan desde el año 2006 sin saber qué hacer con un edificio que terminará cayéndose a pedazos. 

Decía la crónica que para poder darle un nuevo uso se precisan 600.000 euros en arreglos, que es justo volver a echarle encima la mitad de lo que costó en su día.  

Me he quedado más tranquilo al conocer que el nuevo equipo de Gobierno de Ronda está pensando en utilizar el edificio para realizar una especie de incubadora de emprendedores.  Cada vez que un ayuntamiento no sabe qué hacer con un edificio público anuncia que será para los emprendedores y para la investigación y el desarrollo, que queda mucho más moderno y más respetable que un Museo del Mueble que lleva diez años sin muebles. 

Columna para La Ventana de Andalucía. Cadena SER.