La muda
La muda de las plumas de las aves es un proceso por el que el pájaro se desprende de las que han sufrido deterioro y las sustituye por otras que le darán mayor protección y belleza. Fisiológicamente hablando, es una situación que provoca mucho estrés, ya que, además de tener que reponer un porcentaje de su peso corporal, deben recuperar una parte del volumen de sangre. Hay dos tipos de cambio de plumaje: la muda fisiológica y la patológica. Esta última puede darse en cualquier estación del año y va siempre acompañada de pérdida de apetito, estado general de abatimiento y disminución del canto.
Hay quien dice que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha entrado en estado de mudez, en un silencio deliberado y persistente, pero podría ser que más que mudo su problema sea que está mudando. Su situación es muy parecida a las que sufren los pájaros cuando cambian las plumas, la de caer en el abatimiento y en la disminución del canto. Y los asesores que le cuidan le han recetado lo mismo que hay que hacer con los pájaros en esa etapa de cambios. Protegerlo de todo tipo de corrientes de aire, de cambios bruscos de posición y mantenerlo en un lugar cálido, lejos del sol directo y de la intemperie. Y sobre todo separarlo, para que nadie le moleste.
Este proceso explicaría el hecho de que Rajoy decidiera el otro día volver a comparecer ante los medios de comunicación desde una televisión de plasma, en un intento de evitar las corrientes de opinión y las críticas bruscas de la oposición, rehusando preguntas que le provoquen estrés y lejos del sol que proyectan los focos de las cámaras. Lo suyo está siendo una muda patológica, ya que le está afectando en todas las estaciones del año. La crisis le está dejando sin plumaje, metafóricamente hablando. Y como en el caso de los pájaros, el aislamiento les da más tranquilidad.
Desde que Rajoy alcanzó el Gobierno ha ido perdiendo todos los adornos con los que alcanzó el poder, desde su programa electoral hasta su promesa de atajar la corrupción. No digo nada de su anunciada transparencia. Ha sido, sin embargo, el canto del extesorero lo que más está influyendo en su actual estado de ánimo. Dicen que los pájaros cantan por dos cosas. Para aparearse o para delimitar su territorio y hacerse fuerte frente a ataques externos. Que Bárcenas cantara parece evidente que tiene más que ver con lo segundo. Y eso ha influido mucho en Rajoy en un momento muy delicado de su mandato, justo cuando estaba mudando su programa económico y político. Ese que incluye todas las medidas que anunció que nunca haría.
Rajoy está pelechando y eso explica muchas cosas, la primera, esa mudez suya; la segunda, las medidas de aislamiento decretadas para toda la cúpula de su partido. El Gobierno está en ese momento crítico en el que es mejor tener la boca cerrada y que los ciudadanos pensemos que nos toman por idiotas; que abrirla, dar explicaciones y despejar todas las dudas. O sea, la de que los ciudadanos tengamos la certeza de que piensan de verdad que somos idiotas. Con todo, el principal problema que tenemos con el actual Gobierno no es que la mayoría de sus miembros, incluido el presidente, hayan dejado de hablar. El mayor problema es que hace tiempo que dejaron de escuchar.
Ustedes pensarán que esto de las mudas, los pájaros y los presidentes de Gobierno no tiene relación alguna, pero quién sabe. Ahí tienen al candidato chavista a la presidencia de Venezuela, Nicolás Maduro, explicando que se le apareció un pajarito chiquitito, dio tres vueltas y empezó a silbar. Y justo en ese momento, Maduro, sintió que se trataba del espíritu del comandante Chávez diciéndole que arrancaba la victoria. Lo vi en televisión. En la misma televisión donde apareció Rajoy saliendo detrás de un televisor por televisión. En estado general de abatimiento. Como cuando los pájaros pelechan.
Hay quien dice que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha entrado en estado de mudez, en un silencio deliberado y persistente, pero podría ser que más que mudo su problema sea que está mudando. Su situación es muy parecida a las que sufren los pájaros cuando cambian las plumas, la de caer en el abatimiento y en la disminución del canto. Y los asesores que le cuidan le han recetado lo mismo que hay que hacer con los pájaros en esa etapa de cambios. Protegerlo de todo tipo de corrientes de aire, de cambios bruscos de posición y mantenerlo en un lugar cálido, lejos del sol directo y de la intemperie. Y sobre todo separarlo, para que nadie le moleste.
Este proceso explicaría el hecho de que Rajoy decidiera el otro día volver a comparecer ante los medios de comunicación desde una televisión de plasma, en un intento de evitar las corrientes de opinión y las críticas bruscas de la oposición, rehusando preguntas que le provoquen estrés y lejos del sol que proyectan los focos de las cámaras. Lo suyo está siendo una muda patológica, ya que le está afectando en todas las estaciones del año. La crisis le está dejando sin plumaje, metafóricamente hablando. Y como en el caso de los pájaros, el aislamiento les da más tranquilidad.
Desde que Rajoy alcanzó el Gobierno ha ido perdiendo todos los adornos con los que alcanzó el poder, desde su programa electoral hasta su promesa de atajar la corrupción. No digo nada de su anunciada transparencia. Ha sido, sin embargo, el canto del extesorero lo que más está influyendo en su actual estado de ánimo. Dicen que los pájaros cantan por dos cosas. Para aparearse o para delimitar su territorio y hacerse fuerte frente a ataques externos. Que Bárcenas cantara parece evidente que tiene más que ver con lo segundo. Y eso ha influido mucho en Rajoy en un momento muy delicado de su mandato, justo cuando estaba mudando su programa económico y político. Ese que incluye todas las medidas que anunció que nunca haría.
Rajoy está pelechando y eso explica muchas cosas, la primera, esa mudez suya; la segunda, las medidas de aislamiento decretadas para toda la cúpula de su partido. El Gobierno está en ese momento crítico en el que es mejor tener la boca cerrada y que los ciudadanos pensemos que nos toman por idiotas; que abrirla, dar explicaciones y despejar todas las dudas. O sea, la de que los ciudadanos tengamos la certeza de que piensan de verdad que somos idiotas. Con todo, el principal problema que tenemos con el actual Gobierno no es que la mayoría de sus miembros, incluido el presidente, hayan dejado de hablar. El mayor problema es que hace tiempo que dejaron de escuchar.
Ustedes pensarán que esto de las mudas, los pájaros y los presidentes de Gobierno no tiene relación alguna, pero quién sabe. Ahí tienen al candidato chavista a la presidencia de Venezuela, Nicolás Maduro, explicando que se le apareció un pajarito chiquitito, dio tres vueltas y empezó a silbar. Y justo en ese momento, Maduro, sintió que se trataba del espíritu del comandante Chávez diciéndole que arrancaba la victoria. Lo vi en televisión. En la misma televisión donde apareció Rajoy saliendo detrás de un televisor por televisión. En estado general de abatimiento. Como cuando los pájaros pelechan.
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