El optimismo de Susana

Susana Díaz dice que va a ser investida presidenta de la Junta en unos días. Y ni el PP, ni Izquierda Unida, ni Podemos ni Ciudadanos dicen que le van a apoyar en la sesión de investidura. O Susana Díaz es una optimista antropológica, o algunos de los partidos de oposición están negociando de espaldas a lo que dicen. Aquí no caben más opciones. 

Todo el mundo da por hecho que habrá una primera votación donde la candidatura de Susana Díaz no saldrá adelante. Y luego una segunda donde puede que sí. Pero, a tenor de lo que dice cada uno, no hay razón alguna para pensar que las cosas van a suceder de esa manera. 

Está claro, entonces, que lo que se esté cocinando, si es que se está cocinando algo, se está haciendo sin transparencia alguna. Y eso sería un mal comienzo para la legislatura, ya que los ciudadanos tienen derecho a saber hasta la última línea de cualquier acuerdo que alcancen los partidos políticos para posibilitar la investidura de la candidata del PSOE. 

Aunque las palabras se las lleve el viento, el PP tiene un problema con su negativa a facilitar la investidura, haber dicho en la campaña que haría justo lo contrario. También lo tiene el PSOE, ya que por mucho que insistan en que los andaluces se han pronunciado en las urnas, reiterar, un día sí y el otro también, esa coletilla no va a provocar que tengan mayoría absoluta en la cámara.

En las negociaciones hay una sobredosis de optimismo. Lo sufre, especialmente,  Susana Díaz, pero también los partidos de oposición. Llevar el asunto hasta la convocatoria de unas nuevas elecciones sería un error de bulto de todos.