¿Fue Viera consejero de algo?




Contaba ayer la cadena SER,  hablando de la comparecencia de José Antonio Viera ante el Tribunal Supremo por el caso de los ERES, que tantas veces insistió el que fuera consejero de empleo de la Junta en negar responsabilidad alguna en lo que ocurrió en su Consejería, que el fiscal llegó a preguntarse en voz alta para qué le habían nombrado consejero.  Viera insistió en decir que el era maestro y que no tenían amplios conocimientos jurídicos, por lo que firmaba lo que le ponían por delante. La estrategia de defensa no es muy novedosa, ya la utilizó Julián Muñoz en sus juicios por delitos urbanísticos con tanto éxito que el que llegó a ser alcalde de Marbella colecciona condenas como el que colecciona sellos.
Viera hace mucho tiempo que le hace un flaco favor al PSOE manteniéndose aferrado al cargo para disponer de aforamiento. Su caso es especialmente sangrante, ya que además de ser el consejero de Empleo era el máximo responsable del director general de Trabajo al que, él mismo, responsabiliza de todo un entramado de irregularidades que se gestó en el despacho contiguo al suyo.  Desde el primer día que se conoció el escándalo debió dimitir de inmediato, con independencia de que tenga o no tenga responsabilidades penales, pero no hay manera: el hombre sigue agarrado al acta del diputado sin soltarlo.  
Su caso, además, tiene unos añadidos especiales. Es estadísticamente imposible que la Sierra Norte de Sevilla, donde Viera tenía sus principales apoyos en el  PSOE de esta provincia, recibiera más del 50% de las ayudas directas a las empresas que durante toda una década se dieron en toda Andalucía. Y que, además, una de las empresas agraciadas, con una subvención de 32 millones de euros, fuera precisamente la empresa donde había trabajado su hija, cuyos dueños además eran dos empresarios que habían sido concejales del PSOE en sendos municipios sevillanos. Que ya es casualidad, que ocurran todas estas cosas a la vez sin que Viera se enterara de nada, ni tan siquiera de dónde trabajó su hija.
Claro que tan increíble es que Viera se aferre al cargo, como que el PSOE no le haya pedido nunca su acta de diputado en el Congreso desde que el día en que estalló este escándalo mayúsculo.



La Ventana de Andalucía. Columna del 8 de abril de 2015

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