Otra vez en campaña

Comienza la campaña electoral en Andalucía. Aunque pudiera parecer que fue hace un lustro, la realidad es que la anterior cita con las urnas se celebró hace apenas dos años. En marzo de 2012. De los principales protagonistas de aquella contienda no queda un solo dirigente en la primera línea de la política andaluza: ni José Antonio Griñán, ni Javier Arenas, ni Diego Valderas.

En aquella ocasión nada salió como predecían las encuestas. El relevo en Andalucía no llegó, aunque el PSOE perdió por primera vez unas elecciones y quedó como segunda fuerza en el Parlamento Andaluz, algo que no había ocurrido en los treinta años de historia de la autonomía.  De aquel escenario apenas queda nada. El PP era un tsunami que barrió en las Generales y en 11 comunidades autónomas, y el PSOE mantenía a duras penas Andalucía con un pacto con Izquierda Unida.

Dos años después, todo ha cambiado. Ahora es el PSOE el que vuelve a partir con ventaja en Andalucía, a pesar de que está en declive en España. Y es el PP, según las encuestas, el que está a la baja en Andalucía. Nunca, como ahora, hay tantos posibles protagonistas en estos comicios: tres fuerzas políticas con representación en el Parlamento y posibilidades de que entren hasta tres o cuatro más: Podemos, Ciudadanos, UPYD y los andalucistas.  Malos tiempos para el bipartidismo y buenos tiempos para el acuerdo.

Aunque, lamentablemente, todo suene un poco a hueco hay  dos cosas esenciales a exigir a los partidos de cara a los próximos cuatro años: acabar con la peste de la corrupción y acabar con el drama de paro en esta comunidad autónoma. Todo lo demás es también importante, pero a todas luces accesorio.